La industria del refino aporta 13.000 millones al PIB y una cifra de negocios de 40.000 millones
No demonizan el coche eléctrico pero califican de ‘burrada’ la obligatoriedad de dar ese servicio
Julian González 24 de enero 05:00 h
Las petroleras intentan no demonizar al coche eléctrico pero a cada oportunidad que tienen muestran sus grandes discrepancias con el Gobierno de Pedro Sánchez en esta materia. La patronal AOP ha aprovechado la presentación de la Agenda Sectorial de la Industria Química y del Refino para ir contra la obligación que se quiere imponer a las gasolineras a instalar puntos de recarga para los coches eléctricos. Consideran que se necesitará invertir mucho sin apenas ingresos.
Las petroleras intentan no demonizar al coche eléctrico pero a cada oportunidad que tienen muestran sus grandes discrepancias con el Gobierno de Pedro Sánchez en esta materia. La patronal AOP ha aprovechado la presentación de la Agenda Sectorial de la Industria Química y del Refino para ir contra la obligación que se quiere imponer a las gasolineras a instalar puntos de recarga para los coches eléctricos. Consideran que se necesitará invertir mucho sin apenas ingresos.
Repsol, Cepsa y BP están intentando medir los pasos a dar para no enfrentarse al Ministerio para la Transición Ecológica pero no cesan en sus mensajes directos al Ejecutivo para intentar frenar los efectos negativos que supondrá en sus cuentas la implantación del coche eléctrico.
El presidente de AOP (Asociación de Operadores de Petróleo) y de BP España, Luis Aires, ha lanzado en presencia de la ministra de Industria, Reyes Maroto, sus críticas contra la política del presidente Pedro Sánchez de promocionar el coche eléctrico en la futura ley de Cambio Climático y Transición Energética, sin tener en cuenta los graves problemas que puede acarrear para el sector.
El representante de la patronal ha señalado que dada la “enorme trascendencia” que va a tener a futuro “debería contar con el consenso parlamentario, empresarial y social”. “Desde el sector, queremos contribuir con rigor, lealtad y compromiso al debate que se abre con la presentación del borrador del Anteproyecto de Ley, cuyo contenido en su actual redacción podría afectar seriamente a la competitividad y, por tanto, a la propia viabilidad económica de la industria del refino en España”.
El negocio que genera el sector
El presidente de AOP se sirvió de una serie de cifras para contextualizar la importancia y el poder que tiene la industria del refino en España, razón por la cual entienden se la debería tener más en cuenta en estos momentos tan importantes para el futuro de sus empresas.
Luis Aires dijo ante la ministra, que el sector ha invertido más de 27.000 millones en los últimos 25 años. La industria del refino, formada por nueve plantas industriales, genera una cifra de negocios superior a los 40.000 millones de euros, aporta más de 16.000 millones al PIB, exporta por valor de 13.000 millones, recauda 17.500 millones en impuestos indirectos y genera 18.000 empleos directos altamente cualificados y con una retribución media por empleado entre las más elevadas del país.
Basándose en estos datos, el máximo representante de la patronal señaló que las refinerías del país “se han convertido en polos de atracción para otras actividades industriales, constituyendo zonas de desarrollo económico”.
Convivir con las dos tecnologías
Por esta razón, la industria del refino considera que uno de los principios que debería guiar la futura transición energética es que se haga de una forma coste-eficiente, priorizando las alternativas con mayor capacidad de reducción de emisiones al menor coste para la sociedad. En este sentido, el presidente de AOP dijo ante la ministra de Industria que “no se debe excluir” la contribución de ninguna tecnología para el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones.
“Las tecnologías maduras pueden contribuir a la reducción de emisiones de forma económicamente eficiente hasta que las tecnologías incipientes sean más competitivas”. El sector entiende que la matriculación y venta de turismos con motores de combustión interna, incluidos los coches híbridos e híbridos enchufables a partir de 2040 “no es una medida adecuada”. “Dicha medida -señaló Aires- desincentiva las inversiones en los sectores automovilístico y de refino, poniendo en riesgo su viabilidad y el empleo que generan”.
Además, una medida de este tipo aumenta la incertidumbre de los consumidores y retrasa las decisiones de compra de vehículos, aumentando la antigüedad del parque y afectando “negativamente a las emisiones de gases invernadero” por la menor eficiencia de los motores más antiguos y la calidad del aire en las grandes ciudades.
Actualmente, el 60% de los vehículos que circulan por las carreteras españolas tienen más de 10 años y el 15% supera los 15 años. Este segmento de vehículos, con una antigüedad superior a los 20 años es responsable, según Luis Aires, de entre el 30% y el 50% de las emisiones atribuidas al transporte por carretera.
Grandes inversiones
Lo que Repsol, Cepsa y BP piden es que se desarrollen todas las tecnologías y no prohibirlas. El presidente de AOP sostiene que la combinación de motores de combustión interna altamente eficientes y combustibles líquidos bajos en carbono puede contribuir de forma “muy considerable a los objetivos de reducción de emisiones del transporte.
“Se eliminaría así también a reducir la incertidumbre al no apostar exclusivamente por una tecnología que, hoy por hoy, no está madura y que requiere de enormes inversiones”, subraya.
Por otro lado, destaca que la obligación de instalar puntos de recarga eléctrica en las gasolineras va en contra del principio de libertad de empresa y del progreso coste-eficiencia, ya que esas inversiones pueden “quedar obsoletas” por el desarrollo de tecnologías de carga mucho más rápidas.
En su lugar, el sector propone fomentar, mediante incentivos, la instalación de puntos de carga en aquellas estaciones cuyos titulares hayan comprobado que se dan las condiciones de viabilidad técnica y de demanda.