15 enero 2024 

De acuerdo con los últimos datos de Eurostat, el consumo real de biocarburantes en España, alcanzó solo 1,4 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep) en 2022, marcando una baja significativa del 18% en comparación con los niveles de 2019 (1,7 Mtep).

Este declive ha generado una caída en la cuota real de energías renovables en el transporte, disminuyendo al 3,57% en 2022, un mínimo histórico. Frente a esta alarmante tendencia, APPA Biocarburantes ha hecho un llamado urgente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) a implementar un plan de choque que revierta este panorama y aumente de manera sustancial el consumo real de biocarburantes en España.

 

En palabras de Álvaro Mitjans, presidente de APPA Biocarburantes, «cuando el consumo real de biocarburantes y la cuota real de las energías renovables en el transporte deberían estar aumentando sustancialmente año tras año para avanzar en la imprescindible descarbonización del transporte, resulta que se está produciendo todo lo contrario, lo que no tiene ningún sentido».

Adicionalmente, sigue sin cumplirse, según los últimos datos de Eurostat, el objetivo contable de energías renovables en el transporte que se había fijado para 2020 (10%), ya que, de acuerdo con la metodología de cálculo prevista en la Directiva de Energías Renovables (DER II), que incluye multiplicadores y no considera consumos de carburantes tan importantes como el queroseno de aviación o el fuelóleo marino, la cuota contable de las energías renovables en el transporte en España se situó en 2022 en el 9,68%, tal como refleja el gráfico del anexo.  

Las recomendaciones de APPA

Para hacer frente a esta situación, la asociación considera que el MITECO debería incluir en el plan de choque propuesto, entre otras, las siguientes medidas: 

  • El incremento sustancial de los actuales objetivos de venta o consumo de biocarburantes fijados en España hasta 2026 y su extensión, al menos, hasta 2030. 

 

  • El establecimiento de la gasolina E10 (gasolina con un 10% de bioetanol) como carburante estándar obligatorio en las estaciones de servicio, tal como ya han hecho la gran mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea (UE) como, por ejemplo, Francia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Austria, Finlandia, Suecia, Rumanía y Bulgaria. 

 

  • El establecimiento del gasóleo B10 (gasóleo con un 10% de biodiésel) como carburante estándar obligatorio en las estaciones de servicio, tal como permite la nueva Directiva europea de calidad de los carburantes recientemente aprobada, que debería ser incorporada a la legislación española de manera urgente. 

 

  • La adopción de una hoja de ruta para la promoción del consumo de combustibles con proporciones de biocarburantes superiores al 10%, así como de biocarburantes en estado puro (100%), especialmente para su utilización en vehículos pesados de carretera, tractores, aviones y embarcaciones, en línea con las medidas adoptadas en países vecinos como Francia.  

 

  • La revisión del tratamiento actual que reciben los biocarburantes en el Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH), con el fin de aplicarles tipos tributarios más reducidos que los previstos para los combustibles fósiles, en atención a sus ventajas medioambientales y climáticas. 

 

Fuente

Ver nota de prensa de APPA